Fatiga e irritación en la vista, dolores en los hombros y en las muñecas, puntadas en la espalda, son moneda corriente en los sedentarios trabajadores modernos, y también entre los aficionados a la tecnología, Internet y los jueguitos electrónicos, que pasan horas frente al monitor.
Ojos que no ven
Luego de pasar horas frente a la pantalla es probable que sientas los ojos cansados e irritados. Quizás, pienses que el monitor es el responsable, y que puede provocar daños aún más profundos. En realidad, sobre la materia circulan más de un mito que impiden enfocar la verdadera dimensión del fenómeno.
El uso de monitores, como todas las tareas que exigen grandes cuotas de atención visual, disminuyen la frecuencia de parpadeo, lo que produce sequedad ocular. En este caso, son útiles las gotas de lágrimas artificiales, para mantener los ojos frescos y lubricados.
Cuando las molestias son muy fuerte y llegan al estrés visual, las reacciones pueden incluir ¿en casos extremos- insomnio, náuseas, ansiedad y hasta problemas menstruales. Los médicos no dejan de advertir que, como en toda situación de estrés, la situación personal juega un rol decisivo.
Para lograr un buen uso del monitor, y evitar las molestias antes citadas, hay una serie de recomendaciones que es útil seguir:
Uno de los accesorios más promocionados para resguardar a los ojos de las radiaciones y campos electromagnéticos son los filtros o protectores de pantalla. En realidad, la mayoría de los estudios desestima su utilidad.
Mouse & teclado
Las actividades repetitivas son uno de los principales factores de riesgo. En inglés, a las dolencias de este tipo se las conoce como "repetitive strain injuries" (RSI), algo así como "heridas provocadas por un esfuerzo repetido". Escribir en la computadora puede transformarse en una de ellas.
Si bien no es el malestar más común, el síndrome del túnel carpiano es uno de los más temidos. En la red hay miles de sitios que dan cuenta de esta dolencia, que suele aparecer por el uso inadecuado y excesivo del teclado.
El túnel carpiano es un conducto por el que pasan los tendones de los músculos flexores de los dedos y el nervio mediano, que controla los dedos pulgar, índice y mayor. Comienza en el antebrazo, atraviesa la muñeca y finaliza en los dedos.
Cuando se somete a la muñeca a un uso excesivo y repetitivo, flexionándola y extendiéndola constantemente -por ejemplo para tipear-, se produce una inflamación de los tendones y las vainas que los recubren (sinovitis o tenosinovitis), estrechándose el conducto y presionando sobre el nervio mediano.
Los síntomas son dolor, calambres nocturnos y hasta pérdida de sensibilidad y fuerza en los dedos. En general se lo trata con kinesiología o antiflamatorios y, como último recurso, se recurre a la cirugía.
La ciencia todavía no dio una explicación suficiente sobre los orígenes del túnel carpiano ni tampoco descubrió porqué, según indican algunos estudios, las mujeres representan el 80 por ciento de los casos. Entre las razones que desencadenarían esta lesión se mezclan factores médicos preexistentes ¿como diabetes, artritis o hipotiroidismo- con otros, como el uso masivo de las computadoras.
El esfuerzo en el manejo del mouse también trae lo suyo, ya que mantiene a la muñeca flexionada de manera constante y tensiona además, los músculos del cuello y hombro.
Otras RSI típicas son la tendinitis (inflamación del tendón), quistes sinoviales (provocados por una inflamación del líquido sinovial, que es el que permite el desplazamiento sin fricción tanto de las superficies articulares de los huesos como de los tendones en sus vainas) y epicondilitis (codo de tenista), un dolor en el codo por el uso reiterado de los seis músculos externos del antebrazo que ayudan en la digitación.
Algunas precauciones que se pueden tomar:
Cuestión de postura
Cuando se escribe en la computadora, además de los músculos que se utilizan activamente para tipear, entran en funcionamiento otros que realizan tareas de estabilización y apoyo (como los de la espalda, cuello y hombros).
Lumbalgias y cervicalgias (dolores en la columna lumbar y cervical) son frecuentes en las personas que tienen que permanecer mucho tiempo sentadas.
Una postura deficitaria, sumada a la mala posición del monitor, el mouse y el teclado, son los causantes de las clásicas contracturas en el cuello, los hombros y la espalda.
Una buena postura implica:
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